Redescubrir la sexualidad en el climaterio y la andropausia
Escribe: Dra. Beatriz Literat (MN 50294)
El climaterio y post climaterio, que es el periodo de descenso de las hormonas sexuales femeninas, es una etapa de la vida de las mujeres que abarca actualmente alrededor de tres décadas o más, teniendo en cuenta que la menopausia o cese de los ciclos menstruales se produce alrededor de los 50 años y la expectativa de vida es de 80 años y puede ir más allá.
En los varones, la andropausia, o sea el inicio de la disminución de la hormona Testosterona, empieza alrededor de los 40 años y continúa en las décadas siguientes hasta el final de la vida, cuya expectativa actual también apunta globalmente a la octava década.
Este proceso, en los varones es mucho más lento e imperceptible que en las mujeres, las cuales durante los primeros 10 años de su climaterio suelen tener una sintomatología característica, como sofocos, palpitaciones, disminución evidente de su libido, cambios de humor, y dificultades en su sexualidad, entre varias otras, mientras que los varones perciben progresivamente, un menor rendimiento físico general y también de su rendimiento sexual. Tanto las mujeres como los varones refieren también, sensaciones de cansancio, modificaciones en la memoria y alteraciones del sueño, entre otros síntomas.
En estas décadas, es común escuchar en la consulta comentarios como “Nunca me di cuenta de lo importantes que eran estas hormonas hasta ahora. Y ahora, ¿qué puedo hacer para sentirme como antes?”
Está muy claro en la naturaleza que la vida de las personas pasa por diferentes etapas, que cada una de ellas nos permite explorar dimensiones distintas de la existencia y adquirir un desarrollo a nivel cognitivo que nos perfecciona, al enriquecer uno de nuestros mayores capitales, que es la EXPERIENCIA.
A nivel físico y mental, están comprobados los beneficios de mantener una vida activa para una mejor salud y rendimiento corporal.
A nivel intelectual, en esta etapa de la vida, se pueden explorar caminos nuevos y desafiantes y también puede hacerse lo mismo a nivel físico, eligiendo opciones compatibles con las nuevas capacidades que cada persona va descubriendo que posee.
Con respecto a la sexualidad, que combina tanto aspectos físicos como intelectuales y emocionales, podemos redescubrir facetas nuevas y excitantes de la función sexual que nunca habíamos explorado antes.
La sexualidad nace y muere con cada persona, de modo que puede ser funcional a las posibilidades y características de cada ser humano. Las neurociencias nos han permitido el conocimiento más profundo de la función sexual, como la enorme importancia del cerebro y de las conexiones nerviosas, en la aparición y desaparición de disfunciones sexuales, lo cual permite abordar el diagnóstico de un modo más amplio y han puesto a nuestro alcance recursos poderosos para el tratamiento de las mismas.
Tratamientos como el Brainspotting, la Terapia Estratégica, las Técnicas Sexuales de Avanzada y otras, logran cambiar patrones mentales y de conducta establecidos durante épocas anteriores de la vida y motivarse a la adquisición de habilidades que hacen consciente el placer individual y la gratificación mutua en una relación de pareja.
Por ese motivo, se puede no solamente redescubrir nuevos aspectos de nuestra sexualidad a medida que avanzamos en las sucesivas décadas, sino también resignificar su importancia como aliada de la salud y proveedora de placer y mayor calidad de vida para todas las personas, sin distinción de géneros.
(*) Sexóloga clínica. Departamento Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico.
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