El “efecto Ozempic” y la nueva demanda por cirugía de contorno

Por: Dr. Juan Manuel di Diego y Dr. Facundo Serra (*) 

Los nuevos fármacos para tratar el sobrepeso y la obesidad cambiaron el mapa de la cirugía plástica. Más pacientes consultan por secuelas de pérdida de peso rápida: flacidez, pliegues y cambios faciales. Cómo responde la especialidad y qué debemos anticipar.

En los últimos dos años, una nueva realidad se presenta en consultorio. Muchos pacientes celebran haber perdido 20, 30 o más kilos en cuestión de meses. La alegría por la reducción de riesgo metabólico y la mejora en la movilidad muchas veces convive con una decepción inesperada frente al espejo: piel flácida, pérdida de volumen facial, pliegues residuales en el tronco y una sensación de “cuerpo desordenado”. Este fenómeno -popularizado como la “cara o cuerpo Ozempic”- está modificando la casuística en cirugía plástica.

La pregunta es ¿cuál es el desafío clínico y ético? Los agonistas del receptor GLP-1 (semaglutida, liraglutida) han demostrado pérdidas de peso sostenidas, pero las consecuencias estéticas no siempre son positivas. Desde el punto de vista del cirujano plástico esto plantea tres desafíos:

  1. comunicar antes de intervenir,
  2. diseñar estrategias personalizadas y escalonadas, y
  3. enfrentar la presión social y el riesgo de tratamientos realizados fuera del ámbito médico.

 

La popularidad de los tratamientos para adelgazar trajo consigo un aumento de consultas estéticas, pero también de complicaciones por prácticas no reguladas. Aquí la ética y la formación profesional son centrales: solo con certificación, comunicación clara y equipos multidisciplinares podremos garantizar seguridad y resultados sostenibles.

¿Qué puede ofrecer la medicina estética y la cirugía plástica hoy? Si pensamos en opciones de tratamiento para la cara, los rellenos de ácido hialurónico, la transferencia de grasa y los tensores cutáneos pueden restaurar volumen y sostén; aunque el lifting sigue siendo la mejor opción para la flacidez facial. Para el cuerpo, la abdominoplastia combinada con lipotransferencia y liposucción selectiva suele ofrecer mejores resultados que la liposucción aislada.

 
(*) Algunas claves para médicos y pacientes

  • Evaluación integral: nutrición, estado metabólico y estabilidad del peso antes de cualquier procedimiento.
  • Plan escalonado: empezar con medidas conservadoras; reservar cirugías mayores para indicaciones claras.
    Comunicación honesta: resultados alcanzables, tiempos de recuperación y posibles revisiones.
  • Trabajo en equipo: endocrinólogos, nutricionistas, dermatólogos y psicólogos deben acompañar el proceso.
  • Regulación y ética: exigir formación adecuada y rechazar la automedicación o el intrusismo profesional.

 

La medicina avanza. Los fármacos que transforman el manejo de la obesidad abren enormes posibilidades para la salud cardiovascular y metabólica; pero también cambian el mapa de la demanda estética. El objetivo no es solo mejorar la apariencia, sino traducir los logros clínicos en bienestar integral.

Desde el punto de vista profesional, los cirujanos debemos acompañar la recuperación de la salud corporal sin banalizar los procedimientos, sin vulnerar la seguridad y con respeto por la identidad del paciente. En última instancia, el objetivo no es simplemente “arreglar” lo que molesta a la balanza o a una foto, sino contribuir a que la mejora clínica se refleje también en la percepción y calidad de vida del individuo.

 

(*) MN 103503. Director Médico de CRENYF. Referente en cirugía de contorno corporal. Miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (SCPBA).

 

(*) M.N 172193. Cirujano general, miembro residente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.

 

(*) Imagen: Freepik.es