Semana del prematuro: causas y tratamientos prenatales

Por el Dr. Octavio Cincotta (*) 

El parto prematuro se define como el nacimiento antes de las 37 semanas de gestación, y representa uno de los mayores desafíos en la salud materno-infantil a nivel mundial.

Entre el 7% y el 12% de los embarazos en países desarrollados terminan en partos prematuros, siendo este un factor principal de morbimortalidad neonatal y riesgo de complicaciones a largo plazo.

 

¿Cuáles son las causas del parto prematuro?

Las causas son diversas y en muchos casos se explica por múltiples motivos; entre las principales se encuentran:

 

  • Infecciones: como las infecciones urinarias, corioamnionitis y caries.
  • Problemas estructurales uterinos: como malformaciones uterinas o insuficiencia cervical.
  • Condiciones maternas: hipertensión arterial, preeclampsia, eclampsia y enfermedades previas.
  • Factores socioeconómicos: estrés, falta de acceso a atención prenatal adecuada.
  • Hábitos y estilo de vida: tabaquismo, consumo de drogas o alcohol.
  • Embarazos múltiples aumentan significativamente el riesgo.
  • Historia previa de parto prematuro: incrementa la probabilidad en embarazos subsecuentes.

Muchos casos permanecen sin causa identificada, lo que subraya la complejidad del fenómeno.

 

Tratamientos prenatales y abordaje preventivo

La intervención precoz y el cuidado prenatales adecuados son clave para reducir la incidencia del parto prematuro. Los tratamientos y medidas preventivas implican reducción en los factores de riesgo:

  • Control y tratamiento de infecciones: control odontológico, urocultivo trimestral.
  • Suplementación con progesterona: en pacientes que requieran, por ejemplo, en aquellas con antecedentes de parto prematuro o cuello uterino corto.
  • Cerclaje cervical: en casos de incompetencia cervical.
  • Monitoreo fetal y clínico riguroso: para detectar signos de trabajo de parto prematuro.
  • Educación a la paciente: establecer claras pautas de alarma, interpretación de contracciones y movimientos fetales, la importancia del control prenatal regular.
  • Control de condiciones maternas: manejo adecuado de hipertensión, diabetes y otras patologías.

En casos de parto prematuro inminente, se utiliza hasta la semana 34 inclusive, glucocorticoides para favorecer la maduración pulmonar fetal, mejorar la supervivencia neonatal y reducir la tasa complicaciones respiratorias. Así mismo, la administración de sulfato de magnesio tiene efecto neuroprotector en aquellos embarazos menores de 32 semanas completas.

 

Prevalencia y comparación en diferentes contextos

La prevalencia del parto prematuro varía según la región, acceso a servicios de salud y condiciones socioeconómicas. En países con sistemas de salud robustos, la tasa puede situarse en torno al 8-10%, mientras que en áreas con menor acceso a sistema de salud y poca atención prenatal, puede superar el 15%. Al comparar pacientes de embarazos espontáneos con aquellos en tratamientos de alta o baja complejidad, se observa que:

  • Embarazos espontáneos: muestran una incidencia de parto prematuro del 7-10%, influenciada mayormente por factores biológicos y sociales.
  • Tratamientos de baja complejidad: generalmente involucran embarazos de bajo riesgo, con menos incidencia de parto prematuro. El seguimiento prenatal puede ser menos exhaustivo, pero aún efectivo si se detectan factores de riesgo.
  • Tratamientos de alta complejidad: corresponden al grupo de embarazos de alto riesgo, y están incluídos en estos los embarazos múltiples, con patologías maternas o antecedentes que aumenten el riesgo de parto prematuro. La tasa de parto prematuro en estos casos puede llegar a ser significativamente mayor, hasta 25-30%, requiriendo intervenciones específicas y monitoreo avanzado.

 

Rol del médico

La principal estrategia para la prevención del parto pretérmino incluye siempre la realización de un interrogatorio exhaustivo sobre antecedentes ginecológicos y obstétricos, medición de la longitud cervical y prevención de infecciones. El acompañamiento, seguido de explicaciones claras respecto a los riesgos, beneficios y eventuales complicaciones neonatales son claves para que la persona gestante tenga un panorama de mayor claridad y pueda valerse de las herramientas para participar activamente en la prevención.

 

(*) (MN 171757), obstetra y ginecólogo de Halitus Instituto Médicos

(*) Imagen: Freepik.es