El pueblo bonaerense con aguas termales que está a sólo dos horas de CABA

Una propuesta turística ideal para quienes viven en el AMBA. Además de las enormes piletas del complejo se puede visitar el Bosque Encantado y disfrutar del río Salado y su costanera.

Hay varios atributos que convierten a General Belgrano en un destino ideal para las escapadas de fin de semana de quienes residen en Buenos Aires. Por un lado, sus aguas termales son una gran atracción durante todo el año y constituyen el principal fuerte de su propuesta turística. Pero además, cuenta con un bosque encantado y tiene la enrome ventaja de que está a solo dos horas de CABA.

El pueblo bonaerense con aguas termales se encuentra a 160 kilómetros del Obelisco y se convirtió en foco de interés a partir de la apertura de un complejo que ocupa 4 hectáreas y media, en el que hay cuatro enormes piletas (una cubierta y tres descubiertas). En la temporada de verano se agregan dos piscinas adicionales.

Para llegar desde la Ciudad de Buenos Aires hay dos alternativas y ambas tienen casi la misma extensión e insumen tiempos similares, dependiendo del tráfico. Una posibilidad es ir por la ruta nacional 2 y al llegar al cruce con la ruta provincial 29 tomar a la derecha hasta llegar a General Belgrano. La otra es utilizar la Autopista Riccheri, girar a la izquierda en la ruta nacional 205 y luego a la derecha en la ruta provincial 41.

Las dos rutas tienen un recorrido cercano a los 160 kilómetros y demandan, con tránsito normal, poco menos de dos horas para llegar a destino. Se recomienda chequear el estado del tráfico antes de partir para elegir la opción con menos demanda en ese momento.

Hace más de 50 años, un equipo de exploración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales descubrió una cuenca de agua caliente en cercanías del acceso principal a General Belgrano, a mil metros de profundidad. Más adelante, el Departamento de Geología de la Universidad de La Plata determinó que se trataba de agua termal.

El parque termal tiene un diseño de piletas ensambladas, cuyas temperaturas oscilan entre 34 y 40 grados centígrados. Eso permite a aquellos a quienes no les gusta tanto sumergirse en aguas demasiado calientes gozar de otras posibilidades. También hay visitantes que, por problemas de hipertensión, no pueden bañarse con agua de tan alta temperatura y entonces acuden a las menos cálidas.

En verano, cuando la afluencia de turistas se multiplica, habilitan dos piscinas adicionales con agua natural fría, sin propiedades minerales, para llevar la capacidad del complejo a 600 personas. Se generan así 700 metros cuadrados de piletas disponibles para los visitantes.

Las aguas minerales con propiedades medicinales son aquellas que, formadas en el seno de la tierra, emergen espontáneamente o mediante captado y que, por sus características químicas, pueden ejercer efectos terapéuticos. Esos beneficios guardan relación con las cualidades físicas y biológicas de las aguas al momento en que éstas emergen, dado que, en muchos casos, la conservación o envasado de las mismas lleva a una pérdida o alteración de sus propiedades.

Otros interesantes paseos que ofrece este pueblo bonaerense se relacionan con el río Salado y su hermosa costanera, un lugar muy elegido por los visitantes especialmente en el verano, y con el Bosque Encantado, una maravilla natural en la que el aire está impregnado de los aromas de sus plantas.

Hay que hacer apenas 13 kilómetros por la ruta provincial 41 para llegar al paraje Colonia El Salado, donde se pueden recorrer vistosos senderos y hacer paradas para contemplar la belleza de araucarias, eucaliptos gigantes, palmeras y otras 85 especies forestales. Es también un lugar ideal para realizar avistaje de aves autóctonas.

Fuente: tn.com.ar