El Matagigantes trajo una estrella sin estrellas

Escribe: Oscar Tineo

Platense hizo historia, logrando con dedicación e ingenio los que a otros les costó millones de dólares.

Uno se rinde ante lo evidente y esto le pasó a los que votaban por Costas, Gallardo, Russo y Kudelka, ninguno pudo contra el equipo y el esquema que impusieron Orsi y Gómez. Ninguno encontró la forma de escapar y cayeron en los tentáculos del calamar.

Ese fue el motivo que animó a ver en Santiago del Estero esas 2 tribunas cabeceras y la lateral, repletas de banderas marrones y blancas, superando en cantidad de hinchas a la final del 2023.

Es que este equipo auguraba este desenlace, había calidad y funcionamiento, ya que en la vida todos tenemos una oportunidad para llegar a lo mas alto, solo debe coincidir en el momento exacto para abrazar el éxito.

La coronación fue algo tan soñado que aun no somos consientes de tener sobre nuestro escudo una Estrella Dorada, sin despreciar en nada a nuestra historia, ya que el hincha estaba acostumbrado al otro festejo. Ese que logro el ascenso de 1976 siendo la primer estrella plateada en nuestra vida. Luego vino la del 2006 y mas tarde el 2018, para tener 3 estrellas de plata.

Fuimos felices con esos campeonatos logrados y nada cambió pues nuestro mayor éxito fue estar enamorados del camino y nunca de la meta. Fuimos a Santiago en el 2023 y había que ganarle a un equipo con los colores de Boca, ahora pasó lo mismo, pero con los colores de River, ese mismo River que hizo todo lo ilegal para dejarnos sin esta chance.

Una instancia que deberemos recordarla de por vida, pues conocemos al sicario, al tipo que usaron como la mano ejecutora para dejarnos sin nada, pero no olvidemos a los que hicieron de todo para quedarse con esta estrella dorada que nos pertenece por mérito propio.

Dios quiso que lloremos, pero no por lo comentado, sino por lo emotivo. Esas lágrimas que brotaron desde lo mas profundo en la final, teniendo a nuestro lado a ese ser que nos hizo hincha de Platense, ese mismo que amaba a su querido calamar y nos dejó la herencia.

Como no pensar que ayudó a Mainero para que meta ese zurdazo al ángulo si el pibe es diestro, por eso me animo a pensar que nada es casual y en este reducido estaba tu ser querido, ese mismo que elevó a Orsini y le puso la pelota justa en la cabeza para ganarle a Racing, esa fuerza divina que hizo justicia cuando Castagno y Driussi erraron los penales en el Monumental. El mismo que le puso pólvora en el botín de Zapiola contra el cuervo o en el de Mainero contra Huracán.

Ya pasaron varias horas, volví de Santiago del Estero casi sin dormir y a pesar de eso recorrí junto a la caravana como lo que soy, un hincha mas, alguien que si perdía Platense no lo iba a lamentar pues soy como vos, un tipo que se conforma con poco.

Ese fiel calamar acostumbrado a disfrutar sin copas, sin grandes logros, solo por amor a la camiseta, ese que come una tostada porque sobró pan de ayer. Nada cambia aunque hoy tengamos un cacho de pastel.

Este amor por Platense es inoxidable, indestructible, pero nunca dejaremos de agradecerle a este equipo que pasó a ser el MATAGIGANTES.

Que escribió una página gloriosa dentro de AFA, que luchó contra una mafia, contra la estructura organizada para que ganen los grandes e impuso un sello con los colores marrón y blanco y un símbolo, EL MATAGIGANTES

Cuando pasen los años se recordará a estos jugadores como ídolos indiscutidos, que “Sin ser Estrellas nos trajeron una Estrella,” la primer Dorada para lucirla para siempre sobre nuestro escudo.

Son los autores para que la figura sea “el equipo” y marcaron a fuego que Platense esta ante todo… Lo demás es cotillón