8 de diciembre, ayer fue el Día de la Virgen Desatanudos
María Desatanudos, es una advocación de la Inmaculada Concepción. Su fiesta es el 8 de diciembre. Es la patrona de matrimonios y conflictos. La iglesia más concurrida donde está su imagen queda en Navarro 2460, Villa Devoto (Capital Federal).
“Las madres siempre están desatando nudos en el hogar. María Santísima, la mejor de las madres, conoce muy bien los nudos que nos atan a pecados y a problemas que parecen no tener solución. Como la vemos en la pintura, ella desata nuestros nudos. Confiémoslo todo en sus manos. Sobre todo los nudos de la vida conyugal”, dicen los que saben en distintos foros de internet.
Esta devoción comenzó en Augsburgo, Alemania. (en alemán: Maria Knotenlöserin). Y se ha propagado por todo el mundo, sobre todo en los últimos años en Argentina.
La pintura original se encuentra en la iglesia de San Peter am Perlach. Es obra de Johann Melchior Georg Schmittdner, del año 1700.
La pintura nos muestra a la Virgen actuando bajo la fuerza e inspiración del Espíritu Santo que está sobre ella en forma de paloma. Está rodeada de ángeles que le asisten, pues ella es la reina. A su izquierda un ángel le alcanza la cinta llena de nudos, a su derecha otro ángel recoge la cinta ya desatada.
La Virgen Desatanudos es una advocación de la Inmaculada Concepción (ver más abajo) con la luna bajo sus pies. Ella no solo desata los nudos sino que aplasta con su pié la causa de todos ellos: la maldita serpiente fomentadora del pecado. En la parte inferior del cuadro, un ángel guía a un hombre por la oscuridad de la vida.
La Virgen quiere ayudarnos pero requiere nuestra humildad para dejarnos llevar de la mano. Hay que saber que estamos en batalla espiritual. El demonio no puede contra el Hijo de María (Jesús) y anda tras sus otros hijos. ¿Quienes son los hijos de María? La Biblia nos dice: “Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús” (Apocalipsis 12,17). Pero mientras seamos hijos fieles el enemigo no podrá vencernos. La Madre es refugio seguro.
Historia, y su veneración en Argentina
Todo comenzó con un cuadro pintado allá por el año 1700. El pintor Johann Melchior Georg Schmittdner logró, en la imagen de la Virgen, transmitir confianza y atrapar al espectador de una manera a la vez apasionada y tranquilizadora. Quien observa este cuadro por primera vez queda sorprendido ante su esplendor. La Virgen María se manifiesta como Nuestra Señora Knotenloserin (“la que desata los nudos”) y se refiere a la mediación maternal de la Virgen para resolver la maraña de dificultades.
Como vimos, su imagen pasó a ser venerada en la iglesia de Saint Peter am Perlach en Ausburgo (Alemania) y transmite una paz maternal.
El culto, hasta entonces desconocido inclusive en la misma Alemania, se basa en esta pintura al óleo, sin título, del pintor alemán, que primero formaba parte del retablo de ‘Las Beatas Vírgenes del Buen Consejo’, y luego fue donada a la Iglesia de Augsburgo. Aparentemente era una devoción privada, que ha tomado mucho auge posteriormente en Argentina traída de la mano de Monseñor Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos aires, donde desde hace pocos años se escuchan comentarios que afirman que la Virgen Desatanudos hace milagros.
La Virgen María a lo largo de la historia católica, no sólo ha sido entronada como ‘Madre’ de Dios sino también de todos los hombres y particularmente de la Iglesia. Por medio de distintos nombres y advocaciones fue expresando su protección y acompaña a la iglesia peregrina en medio de las pruebas y las luchas del mundo.
En la Argentina, su retrato se encuentra en la parroquia San José del Talar ubicada en el barrio de Villa Devoto (Capital Federal). En un principio se veneraba el cuadro con una imagen de Nuestra Señora de Knotenlóserin en la Capilla del rectorado de la Universidad del Salvador, pero no colmaba las expectativas espirituales de los muchos que conocían esa advocación de la Virgen. Hasta que decidieron entronizarla y darle veneración pública. La imagen entonces fue pintada por la misma artista que había hecho el cuadro de la Universidad, y el Cardenal Quarracino fue quien autorizó su entronización.
Decidieron organizarse para que el 8 de diciembre de 1996 se realizara la ceremonia ante el cuadro de Santa María: ‘la que desata los nudos’, a través del Párroco Rodolfo Arroyo. La imagen aquí fue pintada por la Doctora Ana Betta de Berti. Después de una intensa propagación pública de la Virgen, el 8 de diciembre de cada año (solemnidad de la Inmaculada Concepción y día en que se venera dicha imagen en Alemania) quedó como el día en que se celebra en forma permanente la Solemne Misa de la Virgen, en la cual se bendice el milagroso cuadro de Nuestra Señora Knotenlóserin de modo ritual.
Luego la figura de la Virgen fue propagándose a través de estampitas y miles de personas comenzaron a creer en ‘los milagros de la Virgen’, y en su desesperación, acudieron a ella en busca de ayuda a pesar de no ser sus fervientes devotos.
Los creyentes aseguran que Dios obra a través de su Madre y la de todos, la Virgen María. Ella se preocupa por cada una de las personas, protegiéndolas y reconfortándolas, por eso hay que pedirle consejos y ayuda.
María Desatanudos, en Buenos Aires
El esposo de la Virgen, San José, tiene su parroquia en la Capital Federal: ‘San José del Talar’ (Navarro 2460, Villa Devoto).
La Virgen Desatanudos fue entronizada allí el 8 de diciembre de 1996. Los días 8 de cada mes son más de 30.000 los peregrinos que acuden a visitarla, según relata el párroco del lugar.
De todas formas, varias otras parroquias Argentinas ya tienen a la Virgen Desatanudos en veneración pública.
La Inmaculada Concepción
La Inmaculada Concepción de María es el dogma de fe que declara que por una gracia singular de Dios, María fue preservada de todo pecado, desde su concepción.
Esta doctrina es de origen apostólico, aunque el dogma fue proclamado por el Papa Pío IX el 8 de diciembre de 1854, en su bula Ineffabilis Deus.
La Concepción es el momento en el cual Dios crea el alma y la infunde en la materia orgánica procedente de los padres. La concepción es el momento en que comienza la vida humana.
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién, claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la ‘llena de gracia’ desde su concepción.
La Encíclica “Fulgens corona”, publicada por el Papa Pío XII en 1953 para conmemorar el centenario de la definición del dogma de la Inmaculada Concepción, argumenta así: “Sí en un momento determinado la Santísima Virgen María hubiera quedado privada de la gracia divina, por haber sido contaminada en su concepción por la mancha hereditaria del pecado, entre ella y la serpiente no habría ya (al menos durante ese período de tiempo, por más breve que fuera) la enemistad eterna de la que se habla desde la tradición primitiva hasta la solemne definición de la Inmaculada Concepción, sino más bien cierta servidumbre”.
La Biblia no menciona explícitamente el dogma de la Inmaculada Concepción, como tampoco menciona explícitamente muchas otras doctrinas que la Iglesia recibió de los Apóstoles. La palabra “Trinidad”, por ejemplo, no aparece en la Biblia. Pero la Inmaculada Concepción se deduce de la Biblia cuando ésta se interpreta correctamente a la luz de la Tradición Apostólica.
El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3.15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor. Junto a El se manifestará su obra maestra: ‘La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal’.
En Lucas 1.28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Las palabras en español ‘Llena de gracia’ no hace justicia al texto griego original que es “kecharitomene” y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no prueba la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
El Apocalipsis narra sobre la ‘mujer vestida de sol’ (Ap 12,1). Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene el siguiente significado:
- Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros.
2- Nos llama a la consagración al Corazón Inmaculado de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para ser llenos del Espíritu Santo. - “Con la Inmaculada Concepción de María comenzó la gran obra de la Redención, que tuvo lugar con la sangre preciosa de Cristo. En Él toda persona está llamada a realizarse en plenitud hasta la perfección de la santidad”.Juan Pablo II, 5-XII-2003.
Oración a María Desatanudos
“Santa María desatadora de nudos.
Santa María, llena de la presencia de Dios,
durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar
la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como
Madre Nuestra, pones en orden y haces mas
claros los lazos que nos unen al Señor.
Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los
nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos
y que nos libres de las ataduras y confusiones
con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra,
y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios,
para que libres de toda confusión y error,
los hallemos en todas las cosas,
tengamos en Él puestos nuestros
corazones y podamos servirle
siempre en nuestros hermanos.
Amén”.
Oración de Consagración
“Señora y Madre mía, Virgen Santa María, la que desata los nudos; a tus pies me encuentro para consagrarme a ti. Con filial afecto te ofrezco en este día cuanto soy y cuanto tengo: mis ojos, para mirarte; mis oídos, para escucharte; mi voz, para cantar tus alabanzas; mi vida, para servirte; mi corazón, para amarte.
Acepta, Madre mía el ofrecimiento que te hago y colócame junto a tu corazón inmaculado. Ya que soy todo tuyo, Madre de misericordia, la que desata los nudos que aprisionan nuestro pobre corazón, guárdame y protegedme como posesión tuya. No permitas que me deje seducir por el maligno, ni que mi corazón quede enredado en sus engaños. Enséñame a aceptar los límites de mi condición humana, sin olvidar que puedo superarme con la ayuda de la gracia y que agradezca siempre a Dios por mi existencia. Ilumíname para que no deseche al Creador por las criaturas, ni me aparte del camino que el pensó para mi.
Amen”.
(*) Fuente: http://www.corazones.org/maria/desatanudos.htm