La lucha contra los Trastornos Alimentarios 2024

Por la Dra. Virginia Busnelli, (MN 110351), Médica especialista en nutrición con orientación en obesidad. Directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYF

El pasado 30 de noviembre fue el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria, una fecha que tiene como fin el generar conciencia sobre la gravedad y el impacto de estas enfermedades, pero también brindar esperanza y ayudar a todas aquellas personas que atraviesan estos procesos.

Los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) aparecen cuando el control del peso y de lo que comemos pasan a ser la forma, el medio, o el camino para intentar solucionar, aunque sea por un rato, la tristeza, la ansiedad, la incomodidad, el vacío o el sentimiento de incapacidad que está presente en muchos de nosotros. Los TCA abarcan un conjunto de enfermedades que tienen un origen psicológico, neurobiológico y emocional. Son patologías muy complejas, dentro de los mismos Bulimia y Anorexia son las alteraciones más comunes, pero también existen otros como trastorno por atracón, alcohorexia, vigorexia, diabulimia, ortorexia, trastornos alimentarios no especificados y más.

Es muy importante prestar atención a posibles señales de alerta o mensajes que me pueden indicar que una persona cercana puede estar sufriendo algún TCA, la detección temprana del mismo es sumamente importante para el pronóstico de la enfermedad. No en todos los casos, pero si en la mayoría, el síntoma físico por excelencia va a ser la pérdida de peso alcanzando a veces insuficiencia de nutrientes en nuestro cuerpo, lo que puede provocar perdida de menstruación en mujeres, caída de cabello, uñas débiles y más. A nivel conductual podemos llegar a observar un gran interés por la comida, preparar recetas nuevas, contar calorías, rechazar alimentos que en algún momento consumía, obsesionarse por lo saludable, seguir cuentas en redes sociales asociadas al descenso de peso y estar sumamente preocupada/o por el sobrepeso. Post comida pueden existir actitudes como la realización de ejercicio físico inmediata o esconderse un largo tiempo en el baño. Si bien estos síntomas pueden variar, el miedo, la tristeza y falta de autoestima suelen estar presentes y acompañar de manera silenciosa a las personas que sufren algún TCA. Dada la complejidad de estas situaciones, en caso de sospechar de algún trastorno o detectar alguno de estos síntomas, es de suma importancia acercarse a un equipo de profesionales en donde la contención y el abordaje y integral le permitan a quien está padeciendo de un TCA poder tratar su enfermedad y tener una buena calidad de vida.

Uno de los aspectos más importantes alrededor del cual debemos hacer foco y tomar consciencia es que los TCA no son trastornos voluntarios, las personas que lo padecen no desean, por ejemplo, dejar de comer o tener un atracón, la realidad es mucho más profunda que la nutrición y el alimento en sí, las alteraciones en la alimentación son la punta de un gran iceberg formado por un montón de emociones y sentimientos. Para las personas que padecen un trastorno, resolver los síntomas implica enfrentarse a lo real, a lo que está escondido, a ese problema sin resolver. Ellos pueden encontrar en ciertas conductas, como un vómito o un atracón, alivio y calma y, en la propia comida, una compañía. Es por ello que, entender a los TCA únicamente a partir de los comportamientos patológicos, supone una simplificación del problema, dejando de lado a la base… las complejas dificultades psíquicas y emocionales.

Cada uno desde su lugar y también como sociedad, tenemos mucho en que trabajar, ya que solemos normalizar conductas que pueden ser síntomas de trastornos o pueden aumentar el riesgo de padecerlos. Saltarse comidas, hacer ejercicio excesivo o compensatorio, soportar el hambre, pesarse todos los días, evitar eventos, contar calorías, controlarse para no comer, festejar la restricción y más son ejemplos de actitudes que no deben ser vistas como logros. Cuestionarnos y tener un pensamiento crítico sobre cuáles son nuestros ejemplos a seguir, sobre el papel y el mensaje de las redes sociales y la publicidad y el mensaje erróneo y peligroso del “cuerpo ideal”, es la clave para evolucionar, transformarnos y prevenir enfermedades.

No es necesario pasar por un trastorno alimentario solo, con un correcto abordaje integral y un entorno de contención formado por el círculo de personas más cercano, se puede atravesar y lograr salir de este momento tan complejo. Aún queda mucho por hacer, tenemos que seguir trabajando por promover el mensaje de que no existen cuerpos ni pesos ideales, no minimizar las enfermedades a la mera voluntad y asegurar que las personas que sufren de TCA reciban la atención que merecen, pero el camino es posible.