Diabetes y bienestar, la campaña de sensibilización en 2024

(*) Por la Dra. Luciana González Paganti (MN 95077) médica nefróloga y diabetóloga, Coordinadora del grupo de trabajo de Diabetes y Metabolismo en la Enfermedad Renal Crónica (ERC) de la SAN y la Dra. Florencia Aranguren (MN 107999), médica diabetóloga, miembro del grupo de trabajo de diabetes y metabolismo en la ERC de la SAN.

El 14 de noviembre es el Día Mundial de la Diabetes (DMD), la mayor campaña de sensibilización sobre diabetes del mundo que alcanza una audiencia global de más de mil millones de personas en más de 165 países. Todos los años se propone un lema de trabajo a nivel mundial y en 2024 es Diabetes y Bienestar. Millones de personas con diabetes enfrentan desafíos, gestionando constantemente su condición en casa, en el trabajo y en la escuela. Deben ser resilientes, organizadas y responsables, lo que impacta su bienestar tanto físico como mental. La atención de la diabetes a menudo se centra solo en el nivel de azúcar en sangre (glucemia), dejando a muchos abrumados. En este día, prioricemos el bienestar en el cuidado de la diabetes y comencemos el cambio hacia una mejor vida con diabetes.

¿Sabías que el 36% de las personas con diabetes experimenta ansiedad relacionada con la diabetes? ¿Y que el 63% de las personas con diabetes afirma que el miedo a desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes afecta su bienestar? También se sabe que el 28% de las personas con diabetes encuentra difícil mantener una actitud positiva respecto a su condición.

Según la Encuesta de Factores de Riesgo realizada en 2018, la prevalencia actual de diabetes mellitus en Argentina es de 12.7%. Ese es el porcentaje de pacientes que se auto reportan como personas con diabetes, pero se estima que entre un 40% y 50% de las personas que tienen diabetes no conocen la enfermedad que padecen porque, como sabemos, no da síntomas y la posibilidad de diagnosticarla depende de realizarse un análisis.

El aumento de la diabetes en el mundo se debe fundamentalmente al aumento de la prevalencia de sobrepeso y obesidad, al sedentarismo, a un estilo de vida con un nivel de estrés mayor, y a la alimentación. Es decir, todo lo que provoca aumento de depósitos de grasa a nivel abdominal, como la mala alimentación basada en alimentos ultraprocesados, con baja incorporación de alimentos de origen vegetal, que aporten fibra, impacta en el aumento de las enfermedades metabólicas como diabetes, hipertensión y, en definitiva, en la enfermedad cardiovascular y renal.

La diabetes junto con la hipertensión arterial, son las dos principales causas de insuficiencia renal crónica en Argentina. Se calcula que alrededor del 30% a un 40% de las personas que tienen diabetes pueden desarrollar algún grado de enfermedad renal. Esto muchas veces no se detecta y no se diagnostica a tiempo, de hecho, en etapas precoces menos del 50% de las personas que tienen enfermedad renal conocen su diagnóstico. La enfermedad renal no es una patología que genere síntomas de manera temprana, entonces la forma de diagnosticarla es a través de un análisis de sangre y orina. Debería hacerse por lo menos una vez al año un estudio de albuminuria (albumina en la orina) que sirve para determinar la pérdida de proteínas por la orina. Es un estudio sencillo que se hace con una muestra de orina de la mañana. También debemos medir funcionalidad del riñón, con una simple determinación de creatinina en sangre.

 

¿Qué deben hacer las personas con diabetes 2 para proteger los riñones?

En pacientes con diabetes se recomiendan las siguientes pautas para proteger sus riñones:

  • Alimentación saludable, rica en vegetales y frutas y reducir el consumo de sal.
  • Control del peso.
  • Realizar actividad física regularmente.
  • No fumar.
  • Controlar la glucemia (niveles de azúcar en sangre).
  • Control de la presión arterial.
  • Control de los lípidos (colesterol total y colesterol LDL).
  • No automedicarse. Evitar ingesta de analgésicos y antiinflamatorios.
  • Realizar controles médicos en forma periódica o de acuerdo a la necesidad que indique el profesional médico.

 

Las personas con diabetes mellitus 2 pueden desarrollar otras patologías a parte de la enfermedad renal, como insuficiencia cardíaca, enfermedad ateroesclerótica (infarto agudo de miocardio, accidente cerebrovascular y arteriopatía en miembro inferiores), hígado graso, apnea del sueño, y diferentes tipos de cánceres. Es por eso que lograr un adecuado control de la diabetes protege no solo de estas patologías, sino también de complicaciones crónicas asociadas a la diabetes, como la retinopatía (alteraciones en la vista), neuropatía (alteraciones en los nervios periféricos que puede producir pérdida de la sensibilidad en miembros inferiores) y el riesgo de amputaciones.

En la actualidad contamos con fármacos que han demostrado reducir la aparición de las complicaciones de la diabetes y también enlentecer su evolución. La idea del tratamiento actual de la diabetes es reducir los valores de glucemia, pero individualizando los tratamientos de acuerdo con el perfil de cada paciente. Por ejemplo, tenemos fármacos que no solo mejoran la diabetes sino el sobrepeso y la obesidad. También contamos con medicamentos que reducen las complicaciones renales y cardiovasculares, así como también, pueden reducir la evolución del hígado graso, etc.

El paradigma ha cambiado en los últimos años, cuando tratamos la diabetes no solo se propone mejorar la glucemia, sino de cambiar la evolución de la enfermedad y esto repercute en el bienestar de nuestros pacientes.

Es por eso que es de suma importancia trasmitir que, con un buen control de la diabetes y la adopción de hábitos de vida saludables, podemos prevenir la enfermedad renal y otras complicaciones asociadas con la diabetes y así reducir su impacto en la salud pública.  Por eso, se recalca la importancia de la pesquisa periódica ya que con enfermedades asintomáticas como las que mencionamos es de vital importancia concientizar a la población sobre los controles de salud a realizar. En la actualidad podemos prevenir enfermedades, detectarlas en estadios tempranos, e indicar tratamientos muy esperanzadores que modifican la evolución de la enfermedad.