Embarazo ectópico: el diagnóstico precoz es clave

Por la Dra. Carolina Tomatis (MN 119643), ginecóloga de Halitus Instituto Médico

El embarazo ectópico es una condición que ocurre cuando el embrión se implanta fuera de la cavidad uterina, impidiendo su desarrollo normal y comprometiendo la salud de la mujer. En más del 95% de los casos, el embrión se aloja en las trompas de Falopio, generando un grave riesgo de ruptura de la trompa y, en algunos casos, poniendo en peligro la vida de la mujer. Aunque no es una situación frecuente, afecta a 1 de cada 100 a 200 embarazos, representando un antecedente que puede limitar la fertilidad futura.

 

¿Qué es un embarazo ectópico?

Un embarazo ectópico ocurre cuando el óvulo fecundado no llega al útero, donde normalmente se desarrollaría, y se implanta en otro lugar, generalmente en las trompas de Falopio. También puede localizarse en el ovario, en el cuello uterino o en la cavidad abdominal, aunque estos casos son menos comunes. Esta condición surge, en gran parte, por alteraciones en la forma y funcionamiento de las trompas de Falopio, muchas veces causadas por infecciones, endometriosis, cirugías previas o anomalías congénitas. Incluso, algunos estudios asocian el tabaquismo con un mayor riesgo de embarazo ectópico.

 

¿Cuáles son los síntomas y diagnóstico?

El diagnóstico precoz es clave para evitar complicaciones graves. Los síntomas más frecuentes incluyen:

  • Falta de menstruación.
  • Dolor pélvico o abdominal (unilateral o difuso).
  • Sangrado vaginal (metrorragia).
  • Sensibilidad mamaria.
  • Náuseas, vómitos y fatiga persistente.

 

Ante estos síntomas, la ecografía es la herramienta fundamental para determinar la localización del embarazo y confirmar si se trata de un embarazo ectópico.

 

Posibles tratamientos y complicaciones

El embarazo ectópico no es viable y no puede evolucionar hacia un nacimiento. Si no se trata a tiempo, puede provocar una ruptura de las trompas, hemorragias graves y, en casos extremos, la muerte de la mujer. Los tratamientos disponibles dependen del momento del diagnóstico y de las condiciones de la paciente:

  1. Tratamiento farmacológico: se utiliza para detener el desarrollo del embarazo, minimizando el riesgo de complicaciones graves.
  2. Tratamiento quirúrgico: en algunos casos, es necesaria una laparoscopia para extirpar el embarazo ectópico. Se busca preservar la fertilidad, aunque en ocasiones puede ser necesario extraer la trompa afectada.
  3. Conducta expectante: Si el embarazo ectópico se diagnostica temprano y no hay riesgo inminente, el médico puede optar por un seguimiento, esperando que se resuelva espontáneamente.

Hace años, la cirugía era el único tratamiento posible, pero hoy en día, el enfoque conservador ha ganado terreno. En algunos casos, el embarazo se resuelve de manera espontánea, similar a un aborto natural.

Cabe destacar que haber tenido un embarazo ectópico aumenta el riesgo de repetición en un 10%, especialmente si las trompas han sufrido daños permanentes. Este antecedente, junto con las causas que lo provocaron, puede limitar la fertilidad futura.

El embarazo ectópico es una condición grave que requiere atención médica inmediata. Un diagnóstico temprano no solo protege la vida de la mujer, sino que también puede aumentar las probabilidades de concebir en el futuro. Afortunadamente, con el avance de las técnicas de diagnóstico y tratamiento, muchas mujeres pueden superar esta condición y seguir adelante con sus planes de maternidad.