7 de Agosto: San Cayetano
Cayetano nació en Vicenza (Italia) en 1480. Aunque algunos autores dicen que nació en Gaeta, teniendo en cuenta que ese nombre viene del latín ‘caietanus’ (oriundo de Caieta -tal como se conocía a esa ciudad en épocas romanas-).
De padres nobles, curiosamente antes de nacer su madre lo ofreció a Jesús.
Por eso, de chico lo llamaban: ‘Cayetano de Santa María’.
“De joven iba a la Iglesia. Y eligió Roma como lugar para vivir. Allí, el Papa Julio lo nombró Protonatario Apostólico.
Lo ordenaron sacerdote el 30 de setiembre de 1516. Su primera misa la dio en la fiesta de la Epifanía -el 6 de enero de 1517- en el altar del Pesebre de
Santa María la Mayor, donde la Madre de Dios, en la Navidad siguiente. le presentará su hijo Divino entre los brazos” -cuentan los que saben, en el templo del barrio capitalino de Liniers-.
En su regreso a Vicenza, aleccionó a un grupo de personas humildes para que trabajen en el hospital de incurables y ejerció personalmente la caridad con los enfermos. Su ejemplo se difundió en la ciudad, logrando que personas de fortuna se ofrezcan como voluntarios en el hospital.
Luego, Cayetano fue a Venecia y allí invirtió buena parte de sus bienes en obras nobles, como la reparación del hospital (que aún existe, y donde puede observarse su imagen en la puerta).
Otra vez en Roma, funda una nueva congregación con la idea de combatir a los herejes. Lo acompañó en la fundación quien luego fuera el Papa Pablo IV.
Aquí, su organización fue perseguida por las tropas imperiales de Carlos V, cuando Roma fue saqueada; y Cayetano debió volver a Venecia donde estuvo 6 años trabajando por los pobres y los enfermos.
Ya en Nápoles, trabajó duro por reformar la Iglesia. Eran tiempos de la Inquisición. La ciudad se vio envuelta en una cruenta guerra civil.
Cayetano rezó por la paz, y le ofreció al Señor su cuerpo y alma por la salvación de su pueblo.
Pronto enfermó, y el 7 de agosto de 1547 luego de besar la imagen de Cristo en la cruz, murió.
Milagrosamente, al otro día ambas partes sellaron la paz. Clemente X lo canoniza el 12 de abril de 1671.
La devoción en Argentina
Desde hace más de 30 años, cada 7 de agosto la cola de devotos para ingresar ése día a la iglesia de San Cayetano (en Liniers) se incrementa más y más.
Hay fieles que un mes antes se instalan en los alrededores del templo para ser los primeros en ingresar cada 7 de agosto (aniversario de su fallecimiento) a los efectos de tocar su imagen, agradecer favores, o pedir intenciones.
¡Realmente impresiona la fe de la gente!.
Cada año, hay un lema. Por ejemplo, el de 2006 fue: “Con Jesús y San Cayetano, aprendamos a ayudar a nuestros hermanos”.
La historia dice que en 1930 se produjo una terrible crisis económica en Argentina. Y fue en esos tiempos que el párroco Domingo Falgioni impulsó la devoción a San Cayetano.
Hizo imprimir una estampita en la que presentó al santo con espigas de trigo. Y comenzó a repartirlas cada 7 de agosto.
Quién lo sucedió, Juan Di Falco, fundó una cooperativa con vecinos y comerciantes para obtener fondos, y así ampliar la iglesia y la obra de caridad. Pero fue durante la última dictadura militar cuando creció ostensiblemente la devoción popular hacia San Cayetano, en el templo de Liniers.
No había libertad de expresión. Y muchos encontraron allí un sitio para desahogar sus penas. La gente comenzó a acercarse más y más. La obra benéfica creció.
Se crearon bolsas de trabajo, y muchos lograron una oportunidad para emplearse. Ya en democracia, durante el gobierno de Alfonsín se acentuaron los problemas económicos en Argentina. Fue entonces que el titular de la CGT, Saúl Ubaldini, todos los 7 de agosto comenzó a acercarse al templo secundado por las cámaras de la televisión.
La fe continuó creciendo, y las obras del templo también. Comenzaron a dictarse cursos de alfabetización y capacitación (peluquería, albañilería, carpintería, panadería…).
¡Y así llegamos hasta nuestros días!
¿Cómo Orarle?
“Dios de todo consuelo, Padre misericordioso, que ves en lo secreto y conoces nuestras necesidades, que alimentas a los pájaros del cielo y vistes los lirios del campo; te pedimos, por intercesión de San Cayetano: que nos des fuerzas para arrepentirnos de nuestros pecados. De modo que, viviendo en amistad con Dios y con todos nuestros hermanos, no nos falte el pan y el trabajo de cada día.
Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor, Amen”.
CONOZCA A TRAVES DE ESTE VIDEO, EL TEMPLO DE LINIERS: