Boca Juniors, el más grande sin dudas
Escribe: Jaime Orozco
Mal que le pese a Ignacio Copani, autor de esa emblemática canción sobre River Plate, mi amado Boca Juniors los arrolla a todos con sus contundentes estadísticas. Es el más ganador, posee 74 títulos sobre 72 de River (el segundo); siempre fue superior a los ‘millo’ en los partidos disputados, hoy el historial indica que se enfrentaron en 263 ocasiones, Boca ganó 92, River 87, y el resto son empates.
Ellos nos cargan por lo que sucedió en Madrid, pero el primero en ganar una finalísima fue Boca sobre River en el Nacional de 1976, fue 1 a 0 con un golazo de tiro libre del ‘Chapa’ Rubén Suñé. Esa noche tuvo una soberbia actuación en el arco el ‘Loco’ Gatti. El partido se jugó en cancha de Racing, con un 100% de concurrencia.
Boca es el que ostenta más títulos mundiales (3) entre los clubes argentinos. Boca nunca descendió de categoría como sí lo hicieron los otros equipos grandes del país (River, Independiente, Racing, San Lorenzo, Huracán y Velez). Boca es quien tiene mayor cantidad de hinchas en Argentina, y un reconocimiento mundial único. Su hermoso estadio está anclado en el pintoresco barrio homónimo porteño de importante caudal turístico. Tiene museo, murales y todo eso embellece al entono boquense.
Su hinchada es inigualable, caliente y fervorosa. Por eso se la apodó ‘Jugador Número 12’ (porque hace una verdadera diferencia). Un par de años atrás lucía en el estadio una bandera que expresaba todo eso: “Podrán imitarnos, pero igualarnos jamás”, decía el trapo.
A los de Boca, por su juego, se lo identifica por la garra y el corazón. Es un plus que siempre tuvo, claro, pero yo que lo sigo desde que nací puedo asegurar que he disfrutado de verdaderos cracks de ‘galera y bastón’ que fueron un lujo y un deleite para mis ojos.
¿Cómo olvidar al trio integrado por Angel Clemente Rojas (Rojitas), Norberto Madurga y Jorge Coch? Luego, ese medio campo inolvidable con los dos de la foto de arriba: Marcelo Trobbiani (¡Qué tremendo jugador, por Dios) y Osvaldo Potente (con cualidades muy parecidas a Bochini), junto a Jorge José Benítez, a quien se le sumaban una grandiosa delantera: Ramón ‘Mané’ Ponce, Carlos María García Cambón y Enzo Ferrero.
Tiempo después nos regaló toda su magia y goles Diego Armando Maradona, muy bien secundado por Miguel Angel Brindisi. Posteriormente mis ojos se rogocijaron viendo jugar a Hugo Perotti, Jorge Comas, Mario Zanabria, Jorge Ribolzi, Ricardo Gareca, el ‘Beto’ Márcico, Carlos Daniel Tapia, Sergio ‘Manteca’ Martínez, Alfredo Graciani, Diego ‘Gambetita’ Latorre, Gabriel Omar Batistuta, Claudio Caniggia, Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Fernando Gago o Carlitos Tevez… y sé que me olvido de muchos otros que marcaron una diferencia entre el ‘huevo’ y el ‘talento con eficacia en goles y un muy buen pie’.
No quiero olvidarme de los grandes arqueros que vistieron a casaca xeneize: Antonio Roma, Rubén Sánchez, Hugo Orlando Gatti, Navarro Montoya y Oscar Córdoba, entre otros. Como así también de enormes defensores de la talla y estirpe de Silvio Marzolini, Julio Meléndez, Roberto Rogel, Miguel Alberto Nicolau, Vicente Pernía, Rubén Suñé (el ‘Gran Capitán’), Alberto Tarantini, Roberto Mouzo, Oscar Ruggieri, Francisco Pedro Manuel Sá, Julio Olarticoechea, Rolando Schiavi, Jorge Bermúdez o Hugo Ibarra, sumado a los inolvidables y aguerridos mediocampistas Antonio Ubaldo Rattín, Blas Giunta, Ariel Krasouski o Sebastián Bataglia.
En Boca desfilaron grandes Directores Técnicos como Rogelio Domínguez, Juan Carlos Lorenzo, Alfredo Di Stefano y Carlos Bianchi.
No hay mucho más para agregar, amo a mi boquita. Lo pienso, lo sueño y deseo verlo jugar todo el tiempo, disfruto de esos hermosos colores azul y amarillo que llevo en mi corazón. Quiero a mi club al mismo nivel que todos mis afectos personales y estoy orgulloso de sentir lo que siento.
Para finalizar, quería comentar que la canción tribunera que más me gusta estuvo seleccionada primera por mucho tiempo en aquel programa televisivo de los hinchas llamado ‘El Aguante’. Y dice así: “Las gallinas son así. Son las amargas de la argentina, cuando no salen campeón, esas tribunas están vacías. Yo soy de Boca señor, cantemos todos con alegría, aunque no salgas campeón, mi sentimiento no se termina. Y dale Bo, y dale dale Boca. Y dale Bo y dale dale Bo. Y dale Booooooooo. Y dale dale Booo”.